Redacción Internacional, 11 mar (EFE).- Putinista, trumpista, con tintes expansionistas y autoritarios; así es el jefe de las Fuerzas Armadas de Uganda, el general Muhoozi Kainerugaba, el hijo del presidente, Yoweri Museveni, quien se perfila como sucesor de su padre, que tiene 80 años y lleva casi 40 en el poder.
La última decisión controvertida de este general de 50 años, que fue comandante de las fuerzas especiales ugandesas y desde marzo del año pasado jefe de todo el brazo militar del país, ha sido anunciada hoy y es la de enviar tropas a Yuba, lo que ha sido desmentido por el gobierno sursudanés.
Con la nombrada como ‘Operación Mlinzi wa Kimya’ (‘guardián silencioso’ en suajili), el jefe del Ejército pretende intervenir en la crisis agravada en los últimos días de Sudán del Sur. Y no es la primera vez que este militar se lanza a la «mediación» internacional.
En sus proyecciones, Kainerugaba ya confirmó hace unas semanas que apoyaba la invasión de Ruanda a la República Democrática del Congo, donde Uganda ya tiene tropas combatiendo junto al Ejército congoleño contra las Fuerzas de Democráticas Aliadas (ADF), un grupo con supuestos vínculos yihadistas fundado por un fundamentalista ugandés que tiene un origen subversivo contra el gobierno ugandés.
Admiración hacia Trump y Putin
Pero su ambición va más allá e incluso anunció una reunión con los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Ucrania, Volódimir Zelenski, para mediar en esa guerra, de la que está del lado ruso.
«Llámenme putinista si quieren, pero Uganda debería mandar soldados para defender Moscú si es amenazada por los imperialistas», decía en su cuenta de X, donde se despacha ante una audiencia de más de un millón de seguidores.
Y es que las admiraciones del general tiran hacia el autoritarismo con sus afinidades puestas en Putin y Trump, pero también en su padre y en el presidente ruandés, Paul Kagame. De hecho del reelegido presidente de Estados Unidos ha llegado a decir: «el único hombre blanco al que he respetado».
Pero también al narcisismo: «Donald Trump tiene que invitarme pronto a Washington para que se reúna con un hombre negro que es más guapo, carismático y alto que él», fanfarroneó en otro mensaje en X donde también ha prometido hacer a «Uganda grande».
El «Proyecto Muhoozi»
La ambición de Kainerugaba es casi tan grande como su astucia. El siguiente paso anhelado podría ser la Presidencia, en un país donde la oposición es perseguida y Museveni, un líder profundamente conservador, lleva cuatro décadas renovando su rol en el poder, al que accedió tras la caída de Tito Okello, un antiguo aliado suyo.
Desde hace años se habla del «Proyecto Muhoozi», que según el profesor del Instituto de Políticas del Desarrollo Kristof Titeca es una campaña para hacer visible la figura del general y medir la temperatura para un posible relevo a su padre.
Kainerugaba se dice preparado para ello, pero este «proyecto» se comenzó porque no contaba con la popularidad de su padre ni con los apoyos necesarios.
«Esta estrategia no es nueva, sino que forma parte del manual de Museveni: lanzar una idea radical, ver quién se opone a ella y/o sus puntos débiles, darle un tiempo y, en última instancia, archivarla o lanzarla, en este caso, debido a una abrumadora demanda popular'», considera el profesor de la Universidad de Amberes en un artículo en Democracy in Africa.
¿Hacia 2026?
Para las elecciones de 2026, el partido gobernante, el Movimiento de Resistencia Nacional (NRM), ya ha nombrado a Museveni candidato, pero el actual presidente aún no se ha pronunciado.
Kainerugaba anunció que se presentaría, aunque en septiembre del año pasado dio marcha atrás y aseguró que desistía para «apoyar completamente a Yoweri Museveni».
Estos pasos en falso pueden jugar en su contra: en octubre de 2022 a Museveni no le quedó otra que echar a su hijo de la jefatura de las fuerzas especiales del Ejército después de que sugiriera que con su ejército no tardaría «ni dos semanas en conquistar Nairobi».
Aunque no fue un verdadero regaño de papá, pues Museveni ascendió entonces a su hijo de teniente general a general, el rango más alto del Ejército.
Las teorías sobre el general vienen de lejos. Ya en 2013 los periódicos ugandeses Daily Monitor y Red Pepper publicaron que Museveni estaba preparando a su hijo para convertirle en el próximo jefe del Estado.
Entonces el gobierno ugandés negó que fuera verdad e incluso ordenó el cierre de ambos diarios durante más de una semana. Y aún ahora, aunque cada vez resuenen más, los planes del general y su padre siguen siendo secretos. EFE
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